Hablar de Amor:
¿Alguna vez te has preguntado de qué se trata el amor? Yo sí, demasiado con mucho. Y es que hay cada cosa a la que se le ha llamado amor en esta tierra que la verdad deja a uno pensando. La gente se pone a hablar de amor cuando en verdad están hablando de egoísmo, apego, lujuria, inseguridad, conveniencia social o económica y tanta mugrosa cosa más.
Y esa misma confusión y desinformación se extiende o incluye al amor propio. Necesito amarme a mí misma, o acaso eso es egoísmo?Puedo ser que yo tenga baja auto-estima? A qué se debe? Se puede reparar esto?
Puede uno ir de falta de amor propio a sentir un amor pleno y saludable por uno mismo?
Estas son preguntas que me han surgido una que otra vez. A veces tratando de hacer un poco de sentido de lo que he ido viviendo, otras muchas en consulta privada con mis clientes, u observando el comportamiento de la gente, que siempre me ha llamado tanto la atención.
A algunos de los que he observado o tratado no le ha pasado nunca por la cabeza ponerse como prioridad en sus propias vidas y decisiones.
Sepa usted.
Algo así como ir uno en su propia vida en el asiento del pasajero, ¿y al volante quién va? Sabrá Dios.
Pero si no me quiero yo, entonces, ¿quién me va a querer? Y a la vez
¿Cómo hago pa’ quererme si no me quiero y nadie me enseñó? ¿O tal vez hasta me dijeron que eso era malo?
Con tantas dudas, decidí ponerme a estudiar a fondo y hoy te traigo una muy buena compilación de lo que dicen los expertos en el tema y los estudios más relevantes sobre amor propio. Porque, si vamos a hablar de amor, tenemos que empezar por nosotros mismos.
No hay amor verdadero sin amor propio.
The Good Men Project
Y es que el amor propio es una necesidad básica del ser humano. Por algo nos habrán dicho en el Segundo Mandamiento: Ama a tu prójimo como a ti mismo.
Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
Mateo 22:36-40, Reina-Valera 1960
Primero vamos a hablar de amor por el libro.
Definiciones:
Amor que alguien se profesa a si mismo, y especialmente a su prestigio.
Dice la RAE
El amor propio es la aceptación, el respeto, las percepciones, el valor, los pensamientos positivos y consideraciones que tenemos hacia nosotros mismos y que puede ser apreciado por quienes nos rodean.
Portal Significados
Respeto por el propio bienestar o felicidad, considerado como una actitud natural y adecuada hacia uno mismo.
Diccionario Oxford
Uno puede pensar, sobre todo de impulso y superficialmente que, claro, todos tenemos amor propio. Es decir, ¿a quién se le ocurriría no quererse a sí mismo? O sea, es obvio, ¿no?
Se supone que todos hacemos lo que es mejor para nosotros mismos. Sin embargo, tristemente, no es tan obvio ni tan “normal”. Muchos, incluidos tú y yo, no somos tan normales al final de cuentas.
Las estadisticas dicen que:
- Casi la mitad de la población entiende que el amor propio es clave para la salud mental.
- Sin embargo, una de cada tres personas tiene dificultades con su autoestima y valoración personal.
- Muchas mujeres admiten tener pensamientos negativos sobre ella misma diariamente.
- 64% de la gente dice que el amor propio mejora su vida completa
- más del 70% entienden que el amor propio tiene gran influencia en la felicidad relativa a su trabajo y carrera.
- Alrededor de la mitad de la población considera que el amor propio es fundamental para su salud mental. Sin embargo, a la vez, una de cada tres tiene dificultad para amarse a sí misma. De estas, dos de cada tres son mujeres.
Entonces uno se pregunta:
- ¿Por qué pasa esto?
- ¿De donde viene la incapacidad de amarse a uno mismo?
- ¿Y por qué a las mujeres se les dificulta más que a los hombres amarse a ellas mismas?
Iremos respondiendo estas preguntas a lo largo y ancho de este post y de todo el blog, donde hemos venido a hablar de amor.
Primero: Por que se nos dificulta amarnos a nosotras mismas? ¿Por qué acostumbramos a hablar de amor, pero casi nunca de amor propio?
El primer experto consultado es el doctor John Amodeo es un coach y terapeuta familiar. PArte de su trabajo es hablar de amor. Y escribe para la revista Psychology Today : ¿Por qué es tan difícil amarnos a nosotros mismos?“.
Allí nos cuenta que, aunque reconoce que a veces es retador amar a otros y ser compasivos con ellos, es muchísimo más difícil dirigir ese amor hacia uno mismo. De hecho, nos tratamos muchas veces en formas en las que nunca nos atreveríamos a tratar a otros. Ni siquiera a los que no nos gustan
Analizando las razones para que nos comportemos de esta manera, que pueden ser muy diversas, dice que incluyen las siguientes:
1. ¿Por qué hablar de las huellas de nuestra infancia al hablar de amor propio?:
Si cuando eras niña experimentaste abusos, negligencia, vergüenza o poca aceptación en vez de muestras de cariño, aceptación o validación de tu valía, es muy posible que se te haga difícil encontrar la forma de amarte a ti misma. ¿Como vas a hablar de amor propio a una persona que nunca conoció el amor?
2. Sesgo de negatividad:
El doctor Amodeo nos cuenta que los estudios científicos indican que hemos heredado de nuestros ancestros un sesgo de negatividad. Esto es lo que nos hace siempre fijarnos en lo malo. No damos importancia o apreciamos la belleza o bondad a nuestro alrededor, menos adentro de nosotros.
Vivir en modo supervivencia fue lo que permitió a nuestros antepasados superar los peligros desde tiempos inmemoriales. Al que no estaba atento se lo comían. Más le valía a uno entonces “andar chivo” como decimos los latinos.
Sin embargo, lo que nos trajo hasta aquí y nos sirvió en ese entonces no nos es útil ahora. Al contrario, nos está (tengo rato buscando un bonito sinónimo para no decir nos está jodiendo), así que aquí lo dejo que no lo encuentro. Vivir así ahora solo nos perjudica una vez que ya no vivimos expuestos a esos peligros acechantes.
3. Hablar de Amor propio y diálogo interno O la manera en que nos hablamos
El amor propio es algo que va más allá de las rutinas de autocuidado, que no dejan de ser importantes. Muchas veces cuando empiezo a hablar de amor propio una que otra chica me dice que ella sí que se quiere porque decidió irse a la manicure todos los sábados, aunque le moleste al mundo. Excelente decisión lo de la manicure.
Aún así, esto va más allá. Hablar de amor hacia uno mismo tiene que ver con el trabajo interno de hacerse consciente de su propio dialogo y realidad interna. Conectar con lo que sentimos. Y entonces cuando permitimos al rango completo de nuestras emociones expresarse sin juzgarlas, aprendiendo a aceptarlas todas empezamos el proceso de aceptar nuestro ser completo.
En la medida que acepto mi ser completo, me amo. No puedo amarme si sólo acepto una parte de mí. Desde otra perspectiva, podemos ver también:
4. Las bases fisiológicas detrás del amor propio o la ausencia de este:
Encontré un artículo muy interesante articulo llamado “Amor propio y la Neurociencia detrás de ello” que fue publicado en inglés por la web PSYchreg y escrito por Dennis Relojo-Howell. Dennis es el editor ejecutivo del diario Psychreg Journal of Psychology reconocido como el primer blog de psicología.
En él nos dice que la neurociencia prueba que el amor propio ya no es un asunto subjetivo. Sino que está basado en el funcionamiento cerebral. El cerebro es un órgano complejo con un rol dominante en nuestras vidas. Gobierna nuestros pensamientos, emociones y comportamientos. Está hecho de muchas redes interconectadas. Una de estas redes, el sistema límbico, está a cargo de procesar las emociones. Este es, por lo tanto, especialmente importante para empezar a hablar de amor propio.
¿Por qué hablar de Funcionamiento cerebral para hablar de amor propio?
De acuerdo con las investigaciones más recientes, el amor propio está relacionado con mayor actividad cerebral en el área de la corteza prefrontal y a la vez, una actividad disminuida en la amígdala.
La primera (la corteza prefrontal) maneja la autoconsciencia o consciencia de una mismo y el autocontrol.
Por su parte, la amígdala es la encargada de procesar las emociones negativas como el miedo y la ansiedad.
Esto indica que el amor propio puede mejorar nuestra regulación emocional. Podríamos deducir que lo que pensamos y sentimos con respecto a nosotros mismos tiene el potencial de cambiar tanto nuestro funcionamiento cerebral, así como la actividad del cerebro.
Más aún, esto nos muestra que:
las emociones de baja frecuencia o vibración, como son el miedo, la ansiedad y la culpa, debilitan nuestra función cerebral mientras que las emociones elevadas, como la alegría y el amor, la mejoran.
¿Para qué vamos a hablar de química corporal para hablar de amor propio?
El amor propio está vinculado con la liberación de un neurotransmisor llamado dopamina, que provoca sensaciones de bienestar y placer. Por el contrario, la autocrítica y el dialogo negativo con nosotros mismos están asociados con el aumento de la producción de cortisol. El cortisol es considerado como la hormona del estrés. Esto nos muestra que la relación con uno mismo no solamente tiene el potencial de cambiar nuestro funcionamiento cerebral. Sino que también cambia nuestra química corporal. Resulta que aprender acerca de amor propio nos lleva a aprender de función cerebral.
Estar enteras para amarnos.
Al hablar de amor propio, estamos dejando por sentado que amaremos todas nuestras partes, no solo “lo bonito”. Amar también es incluir y aceptar. Pero, aun así, hay momentos en que nos encontramos a nosotras mismas divididas en tantas partes que parecemos migajas. Quizás hemos ido dejando atrás partes de nuestra alma en lugares de los que tuvimos que marcharnos a lo mejor en contra nuestra propia voluntad. Así, como hizo Voldemort con sus horro-cruces…la verdad que es tremenda la mezcla de la juventud con la lujuria, una cosa bárbara con tendencias catastróficas muchas veces, sí.
¿En fin, dónde estábamos?
Explorando lo que necesitamos saber sobre amor propio, concéntrense, por favor. Seguimos.
¿Por qué se nos dificulta amarnos a nosotras mismas? ¿Es difícil hablar de amor propio?
De acuerdo a expertos como Richard C. Schwartz y Bessel Van Der Kolk:
5. Eventos traumáticos pueden ocasionar que nos disociemos de partes de nosotras mismas y de nuestros cuerpos. Rechazo de alguna de nuestras partes. Sistemas internos:
El doctor Richard Schwartz ha desarrollado un tratamiento para el trauma llamado “Sistemas Familiares Internos”.
Excelente para casos de ansiedad, abuso de sustancias, depresión y estrés postraumático. El trabajo del doctor Schwartz se basa en que todos tenemos un sistema interno compuesto de innumerables partes. Estas partes están constantemente interactuando unas con otras en nuestro interior y con los demás en el exterior.
No somos un solo bloque unificado que piensa y siente de una manera determinada, no. Muy lejos de eso. Algunas partes pueden ser muy agradables y deseables. Sin embargo, otras partes de nosotros pueden ser desagradables, traicioneras, llenas de odio o estar aterrorizadas. Incluso algunas partes son menos despreciables, pero estar llenas de inseguridades, culpas, depresión, miedo o ansiedad.
Queda claro que algunas de nosotras hemos pasado por situaciones muy duras. Debido a estas experiencias tenemos partes de nosotras aterrorizadas, o buscando escapar, protegernos, buscando venganza o quizás consuelo. De repente todas estas cosas a la misma vez, y es que algunas somos extra intensas.
Pero todas estas partes a veces a veces tienen un comportamiento muy alejado de cómo nos comportamos normalmente o nuestra manera habitual de ser. Tanto, que cuando emergen estos comportamientos parecemos locas o poseídas. Se ha visto cada cosa????
Entonces lo que hacemos muchas veces es tratar de sólo mostrar las partes lindas, escondiendo, rechazando y callando todas esas partes menos atractivas.
Habitando nuestros cuerpos:
Hay a quienes le parecerá raro o al menos curioso que hablemos de habitar el cuerpo para hablar de amor propio. Y esto es porque damos por hecho que todos lo estamos haciendo. O sea, ¿en qué otro lugar vamos a estar sino en nuestro cuerpo?
El doctor Dr. Bessel Van Der Kolk es un siquiatra e investigador experto en el tema del trauma y nos habla de ello. Su trabajo incluye invaluable información para el entendimiento de uno mismo, el funcionamiento del cerebro y la química corporal. Su libro “El cuerpo lleva la cuenta” dice que puede ser a veces demasiado doloroso para nosotras sentir lo que sentimos. Entonces optamos por renunciar a habitar nuestros cuerpos.
Y es que lo que experimentamos como un evento traumático no es un recuerdo. Es algo que está todavía vivo manifestándose como una serie de emociones y sensaciones tomando lugar en el cuerpo. Cuando repetidamente recreamos y revivimos la experiencia traumática una y otra vez, convertimos nuestro cuerpo en el escenario del dolor. ¡Ahí no podemos vivir, eso no lo aguanta nadie! Así que nos separamos de nuestro cuerpo. Ya no somos “una” con nosotras mismas. Hasta el punto de que algunas personas no son capaces de reconocer sus propios sentimientos
Alexithymia
En un video que estuve mirando de NICABM del doctor Bessel Van Der Kolk. [Nicabm es el Instituto Nacional para la aplicación clínica de la medicina del comportamiento.]
Ahí el Dr. Bessel nos habla sobre las personas que han experimentado traumas importantes durante la niñez. Si esos traumas le impiden formar vínculos importantes en sus relaciones de la infancia con sus padres o cuidadores, se le dificultará desarrollar un sentido de pertenencia en la adultez. Al contrario, estos niños pueden interiorizar un mensaje devastador de que son indeseados, inútiles y nunca genuinamente aceptados.
El tema del amor propio se pone aún más interesante cuando le agregamos una capa adicional a las razones que nos alejan de amarnos a nosotras mismas. Y es el tema de “ser chica”.
¿Qué diferencia hay entre chicas y chicos al hablar de amor propio?
Fácil. Es el hecho de haber venido al mundo como chica en vez de chico. Podrías estar pensando ahora mismo: ¿en serio? Pues sí. Créalo o no. Según aprendí en la aventura por entender por qué las chicas tienen mayor dificultad para reconocer su propio valor y para amarse a sí mismas, las respuestas pueden ser encontradas en nuestras estructuras sociales.
6. Hablar de Amor propio y la llegada de las chicas a la adultez:
Encontramos una exposición maravillosa llamada: :Autoestima en mujeres jóvenes” , realizada por la Oficina de Justicia Juvenil y Prevención de la delincuencia en Estados Unidos.
Esta contiene muchísima información muy útil, como la investigación de Emily Hancock sobre el proceso de crecimiento en las mujeres.
Ella asegura que cada mujer tiene una identidad fundamental muy definida escondida en ella que fue definida durante su niñez. Una personalidad distintiva y vibrante que es a menudo exiliada una vez las chicas se internan en la vida adulta. Es un fenómeno que ha sido reconocido por diversos términos, pero que tiene que ver con La pérdida de la voz.
Y todo esto nos puede llevar a un entendimiento crucial de lo que significa ser una mujer en este mundo, si nos detenemos a entenderlo.
A medida que se acerca a la vida adulta, esta chica una vez vibrante ahora se da cuenta de que:
El mundo donde ella vive está controlado por juegos de poder. Y en este juego, los hombres ponen las reglas y lo van ganando, por mucho. La que una vez fue una chica segura y capaz, ahora de buenas a primeras recibe órdenes, directas o sutiles, sobre lo que debería estar haciendo con todo:
su cuerpo, su mente incluso sobre cuál es su valor.
Todo esto hace que la joven pase por un periodo interno muy retador para ella. Mientras tanto, muchísimas cosas están cambiando también en su mundo exterior. Todos a su alrededor parecen asumir por defecto los roles y reglas que ella debería estar cumpliendo ahora mismo.
Sin embargo, según aprendimos en los estudios consultados, las mujeres responden de manera diferente a los requerimientos externos dependiendo de la cultura a la que pertenecen.
Por ejemplo, las mujeres de clase media alta responden a estas presiones perdiendo la confianza en sus pensamientos y opiniones. No obstante, por otro lado, las mujeres de escasos recursos de la misma edad enfrentan mucho menos presiones para adherirse a estándares sociales.
Tendrá que ver de cierta manera con lo que hay en juego y cuanto hay que perder, ¿no?
¿Hablar? Mientras menos, mejor. Que calladita te ves más bonita.
Según Robinson and Ward’s en el escrito “Una creencia en uno mismo mucho mayor que la incredulidad de cualquiera”. Del estudio escrito en ingles: “A Belief in Self Far Greater Than Anyone’s Disbelief,”.
Cuando las jovenes llegan a la edad adulta pronto aprenden que no pueden expresar su verdad sin pagar un precio por ello.
Históricamente, la norma de feminidad ha sido la sumisión. Es por esto que las mujeres frecuentemente cuando pelean contra esto lo hacen hablando alto o gritando.
Claro, otra vez, este comportamiento muchas veces resulta en experiencias desfavorables o desagradables para ellas. Esta chica pronto aprende que a las calladitas les va mejor. Si es en la escuela obtiene mejores calificaciones, por ejemplo. Y para muchas esto las puede llevar a adoptar una postura servil y sumisa en orden de tener éxito.
Esta actitud puede ser considerada como un mecanismo de supervivencia.
Tomar esta postura de sumisión expone a las chicas a sentimientos de aislamiento y auto alienación. Siendo sinónimos el “ser una buena mujer” y “ser leal a las normas familiares y sociales”. Para varias culturas que incluyen las latinas, portuguesas, y posiblemente a las mujeres asiáticas, esto hace que las mujeres se adhieran y limiten a las restricciones culturales y familiares. Como resultado, estas mujeres a menudo se auto silencian para cumplir con las expectativas sociales y familiares. Y es que si expresar mis opiniones y hablar de amor propio significará perder el favor e inclusión familiar, pues a muchas les resulta una decisión demasiado difícil.
7. El receptor de negatividad:
Por otro lado, Aimee Lee Ball escribió un artículo titulado “Mujeres y el receptor de negatividad” [ “Women and the Negativity Receptor” ] para la revista de Oprah Winfrey. En él, se pregunta por qué es que las mujeres se guardan las criticas para siempre, pero parecen evaporar los cumplidos que reciben instantáneamente. Te puedes pasar la vida piropeando una mujer y parece no escuchar. Pero la vida te guarde si se te ocurre un día criticarle algo. Muchas, mientras vida tengan te lo recordarán.
Es como si tuviéramos un radar que capta hasta el más gesto de fruncir los labios, pero que nunca escucha lo bueno. ¡Pues es real! Resulta que las chicas tenemos un área completa del cerebro asignada al pensamiento negativo. ¡Oh, Dios! Y no es que no hemos visto las señales, ¿verdad? De alguna manera lo veíamos venir ¡Pero aún así, que sorpresa!
Esto nos lo dice Louann Brizendine, MD, neurocientífica de la Universidad de California y autora de “El Cerebro Femenino” [The Female Brain]. Cuenta que esta área está a cargo de emitir juicios y mide todas nuestras interacciones sociales. Funciona como una alerta. Es como una máquina de generar preocupaciones que forma parte del cerebro. En las mujeres, el cerebro es considerablemente más grande e influyente que en los hombres. {Esto ya los sospechábamos también, ¿no?} Que no lo digo yo, lo dice la ciencia.
En esta parte del cerebro es donde se encuentran los circuitos para observar las emociones de otras personas. Esto hace mucho sentido, ya que hemos sido programadas para responder inmediatamente a las necesidades de los niños. Sin embargo, puede actuar tanto a nuestro favor como en nuestra contra. Mira que hablar de amor propio con una maquina de generar preocupaciones que se ha salido de control es una maniobra olímpica.
No olvides las hormonas:
Un factor a tener en cuenta, también, es el de las cargas hormonales en el cerebro femenino que nos hacen más sensibles a desagrados emocionales, como desaprobación o rechazo. No importa cuánto tratemos de negar esto. La manera en que interpretamos los comentarios de otros sobre nosotras puede depender de donde nos encontramos en nuestro ciclo hormonal.
Quienes somos?
Jessica Henderson Daniel, Ph.D., profesora asociada de Psicología en la Facultad de Medicina de Harvard dice que una de las mayores tareas a la que se enfrenta una chica adolescente es a la de responder a la pregunta
¿Quién soy yo?
Encontrar nuestro lugar en el mundo y clasificar nuestras fortalezas y debilidades va a estar inevitablemente matizado por lo que otros ven en nosotras. Porque, ¿Quién vive en una burbuja?
Nadie. Aunque queramos. En consecuencia, casi ninguna chica piensa que se ve como debería de verse. No obstante, la profesora de Harvard dice que hay una ventana de probabilidad crítica en la infancia temprana donde es posible inculcar a la chica con un sentido de valía y amor propio que no estén basados en factores externos. Y las chicas que tienen orgullo por sus logros están más ancladas y enraizadas.
Tristemente, para muchas la causa raíz de esta incredulidad en ellas mismas viene de experiencias traumáticas. Pero para muchas otras la razón de tener una auto imagen negativa como adulta viene de que sus padres ponían en duda su valor mientras era niña. No podemos hablar de amor propio sin incluir esta realidad.
8. Negatividad:
Susan Nolen-Hoeksema, Ph.D. es una profesora de psicología en la Universidad de Yale y la autora de “Mujeres que piensan demasiado” [Women Who Thinks Too Much]. Ella añade a la ecuación el tema de la depresión. Dice que la depresión es fácilmente transmitida de padres a niños. Los padres que ven el mundo a través de un filtro de negatividad entrenan a sus hijos a pensar de la misma manera, como mencionamos más temprano al hablar del sesgo de negatividad. Por lo tanto, niños con padres hipercríticos tienden a adoptar pensamientos autocríticos y perpetuarlo en cada aspecto de sus vidas.
Al fin y al cabo no aprendieron nada de amor propio, sólo de autocrítica.
El sicoterapeuta de la Universidad de Toronto Zindel Segal, PhD. explica que nuestro estado de ánimo moldea nuestra habilidad de recordar cosas sobre nosotros mismos. Por lo tanto, cuando nos sentimos desanimados es más fácil recordar lo que hemos hecho mal, nuestros fallos y fracasos, o las veces que hemos metido la pata. Hasta que no recibimos una llamada a despertar nuestra consciencia que nos mueve a explorarnos e inspire una nueva posibilidad en nosotros.
Entonces, seremos capaces de identificar las barreras y detonantes en nuestro mundo. Podría ser una pareja que nos hace sentir que no somos suficiente. O un jefe con nos hacer sentir no-merecedoras. Esto les pasa especialmente a personas que se han ocupado de cuidar a otros a expensas de descuidarse ellas mismas.
9. Remordimiento y falta de perdón:
Como mencionamos en nuestro post: [Can you be a hostage of yourself?] y de acuerdo con Triana Arnold James,. Muchas veces cuando hemos cometido lo que consideramos un error grave en cualquier ámbito de nuestras vidas puede hacérsenos muy cuesta arriba tratar de perdonarnos. Puede que experimentos muchos remordimientos. Así que nos mantenemos recriminándonos y castigándonos, tratándonos a nosotras mismas en maneras muy poco amorosas.
10. No nos conocemos lo suficiente:
Los humanos temen y rechazan lo que no conocen. Es una herramienta de supervivencia que heredamos de tiempos ancestrales. Era más fácil sobrevivir si uno se mantenía en lo que ya era conocido. Eran tiempos muy pero muy difíciles cuando no podíamos buscar en Google para saber qué es cada cosa.
Entonces estaba yo pensando en esta idea cuando escuché a Sadhguru hablar sobre romance. Y decía que el romance tiene que ver con estar profundamente involucrado. Posiblemente la distancia entre amor y miedo pueda ser medida en términos de involucramiento. Por lo tanto, para amarnos a nosotras mismas debemos conocernos
Conócete a ti mismo
Sócrates, Heráclito, Pitágoras
Ámate a ti misma
Como hemos venido aprendiendo, son muchas las razones que nos pueden limitar en nuestra capacidad de amarnos a nosotras mismas. La buena noticia es que todas y cada una de estas razones puede ser revertida o superada. Podemos reentrenarnos para tener unos hábitos, patrones y comportamientos más amorosos y constructivos
¿Cómo?
Afortunadamente existen muchas practicas simples y poderosas a la vez que pueden ser fácilmente añadidas a nuestras rutinas diarias para mejorar e incluso construir desde cero un amor propio fuerte y saludable. Permitiéndonos crecer a una mejor y más satisfactoria experiencia de vida. Hablar de amor propio es también hablar de compromiso con uno mismo.
¿Qué podemos hacer?
Basándonos en el trabajo de los expertos, Dr. John Amodeo, y Dr. Bessel Van Der Kolk, ambos mencionados anteriormente en este mismo artículo, un primer e importante paso es permitirnos sentir lo que sentimos y habitar nuestro cuerpo. Hablar de amor propio implica involucramiento. Un procedimiento que podemos derivar de sus enseñanzas es el siguiente ejercicio: Cuando te encuentres sintiendo el lado negativo de las emociones, como soledad, tristeza, miedo, resentimiento, humillación, o cualquiera que sea. Podemos seguir los siguientes pasos:
- Siéntate en un lugar tranquilo
- Respira lenta y suavemente algunas veces.
- Presta atención a cualquier sensación corporal.
- Ponle un nombre a cualquier cosa que estes sintiendo: ¿es ardor, picor, dolor o cualquier otra cosa?
- Trata de permitir la sensación o emoción tal cual es.
- Deshazte de la urgencia o necesidad de querer escapar de la sensación o emoción. O de juzgarla.
- Lo que estamos tratando de hacer en este ejercicio es entrenarnos a sentir autocompasión.
¿Qué significa esto?
Significa que me puedo aceptar como soy y donde estoy. Puedo sentir compasión por mí y afrontar mis sentimientos con amor y bondad en vez de tratar de cambiarlos o arreglarlos o arreglarme. También significa que estoy aprendiendo a amigarme conmigo misma. Estamos empezando a hablar de amor propio.
Ahora estamos haciendo las paces con nuestras partes segmentadas y alienadas, mirándolas, escuchándolas e integrándolas. En vez de rechazarlas, esconderlas y silenciarlas. En este proceso podremos pasar de piezas rotas y aisladas a un ser completo que se ama a sí misma. Estamos aprendiendo amor propio. Desde otro punto de vista, podemos mirar más detenidamente a las causas que hemos mencionado como origen de la falta de amor propio. Veremos que tienen un denominador común:
Origen en nuestro entorno o ambiente
La buena noticia es que si has podido enfermarte o despreciarte por todo lo que se te ha dicho sobre ti o te ha sucedido. O cualquier historia que te has contado a ti misma y te has creído, también puedes sanarte a ti misma diciéndote las palabras adecuadas.
De lo anteriormente expuesto podemos sacar varias enseñanzas, entre ellas:
- Lo que nuestros padres o tutores nos enseñaron o imprimieron en nosotros actúa como un programa que rige nuestras vidas. Nos enseñaron a pensar en lo malo o negativo como una forma de supervivencia. Aprendimos a hablarnos a nosotras mismas con duras críticas. Todo esto tiene un fuerte impacto en el funcionamiento de nuestro cerebro y química corporal. Ahora bien, es posible que con el entrenamiento apropiado, las palabras correctas y un cambio en el guion podamos ser capaces de afectar y cambiar nuestras ondas cerebrales y expresión química corporal. La ciencia dice que es posible. Actualmente hay suficiente evidencia para afirmar que las neuronas que se activan juntas se conectan entre sí. Como Dr. Joe Dispenza nos hace repetir hasta el cansancio para que la información se nos quede tatuada en el cerebro.
- Formamos circuitos cerebrales con nuestros pensamientos, ideas y conocimientos. Afortunadamente {o desafortunadamente, dependiendo de cómo veas el vaso) solo disponemos de una limitada cantidad de “pegamento” para conectar nuestros circuitos cerebrales. Así que serán los circuitos que reforcemos los que permanecerán juntos, mientras que los que no alimentemos de manera regular se desharán. La pregunta es:
podrías ensenar a tu cerebro pensamientos sobre amor propio mejor que cualquier cosa que le hayas enseñado antes sobre auto derrota?
Podemos lograr esto así:
- Cambiando el dialogo interno. ¿Cómo le hablas a tu mejor amiga? Eres amable, la apoyas, le das ánimo y le perdonas sus errores, ¿no? Y ni hablar de tu amorcito. A ese sí que le perdonas lo que sea. Ahora observa cómo te hablas a ti misma, Trata de hacerlo de una manera menos critica.
- Aprende a perdonar.
- Las prácticas de respiración y meditación pueden cambiar tus ondas cerebrales y producir patrones más coherentes de orden en las mismas. Incluyendo ambas actividades en nuestra rutina diaria nos ayudara a reentrenar el cuerpo hasta convertirlo en un refugio para nosotras. El sistema nervioso autónomo es quien crea las emociones y a través de tanto la respiración como la meditación podemos acceder a él. No importa cuantas veces le digamos a nuestra mente analítica que estamos en un lugar o escenario seguro (y aquí es donde muchas veces las “afirmaciones positivas” caen al vacío). Si no entramos al sistema nervioso autónomo, donde nuestro mecanismo de supervivencia se encuentra, seremos incapaces de lograr cambios duraderos en nuestra salud mental y emocional. De ahí la importancia de incluir las practicas meditativas y de respiración como claves en nuestra estrategia de sanar nuestra relación con nosotras mismas. Para hablar de amor propio es imprescindible hablar de autorregulación.
- Escribir: hacernos conscientes de nuestros pensamientos inconscientes. Hacernos responsables. Darnos cuenta de quién estamos siendo, quien queremos ser y quién ya no queremos seguir siendo.
Conclusiones:
¿Qué sabemos de la falta de amor propio?
Aprendimos que pueden ser muchas las causas detrás del origen de esta carencia, entre ellas:
- Las huellas de nuestra niñez
- El sesgo de negatividad heredado de nuestros ancestros.
- Nuestro diálogo interno
- Los circuitos y funcionamiento cerebral
- Regulación emocional
- Eventos traumáticos
- Estructuras sociales
- Falta de perdón y remordimientos
- Poco involucramiento con uno mismo
¿Y cuáles prácticas podemos desarrollar para mejorar o construir amor por nosotras mismas y nuestras vidas?
- Auto observación
- Aceptación
- Meditación
- Ejercicios respiratorios
- Cambio de diálogo interno
- Escribir en un diario
- Practicar el perdón
Como hemos podido ver, si bien es cierto que hay muchas razones que nos pueden llevar a un nivel bajo de auto estima o poco amor por nosotras mismas, hemos aprendido que también hay muchas maneras de mejorar e incluso desarrollar una relación sana, amorosa y satisfactoria con nosotras mismas
Read it in English here:
Cuando hay que hablar de Amor, empezar por uno mismo.