¿Qué pasa con el ruido mental?
Nos queda claro que el ruido puede ser tanto una barrera para la comunicación, así como un factor de estrés que altera nuestro sistema nervioso.
Y si bien el ruido físico es bastante obvio, aunque no por eso menos nocivo para nuestra salud mental, es nuestro propio ruido interno, el ruido mental o psicológico, que, aunque es un factor más sutil es a la vez determinante no sólo para nuestra estabilidad y bienestar, sino para el logro de nuestras metas y objetivos.
Ruido mental o psicológico:
El ruido mental, o ruido psicológico tiene que ver con nuestros pensamientos, reacciones y nuestras creencias. Y va a influir directamente sobre la forma en que percibimos el mundo. La atención que ponemos en lo que estamos haciendo y cómo recibimos y procesamos la información del exterior.
Nuestros sentimientos en un momento determinado van a teñir la manera en que procesamos la información. Tanto las emociones de profunda tristeza, ansiedad y angustia, de un lado del espectro, como una alta excitación o expectativa del otro, pueden causar que no podamos apreciar lo que sucede con ecuanimidad. Y colocarnos un velo por el cual miraremos las situaciones que estemos enfrentando.
¿Cómo abordamos el ruido mental?
Lo que tendemos a hacer cuando tenemos un abejero en la cabeza, y la olla de grillos no se calla la noche entera, es generalmente lo más contraproducente que podríamos hacer. Realmente solo nos generamos más problemas con esto.
Y es como sigue:
Tenemos pensamientos desordenados y emociones afines con respecto a una y mil situaciones y área de nuestra vida. Entonces en ese estado, tratamos de ir a atender todas y cada una de ellas.
No hay que ser adivino para saber cómo nos va, ¿no?
Es como tener una manguera llena de orificios y pretender evitar que se moje el piso tapando cada con los dedos cada uno de ellos en vez de cerrar el grifo.
Si lo que yo pienso, siento y creo crea mi realidad. Y estoy consciente, o tal vez no, de que mis pensamientos son desordenados, es mejor idea hacerme cargo de mis pensamientos en vez de ir detrás de cada una de mis incoherentes creaciones.
Si mis pensamientos, emociones y reacciones se ven afectados por el hambre, el calor y el estado del tiempo, y de ellos depende como me va en la vida y las decisiones que tomo, es mejor que me vaya planteando una estrategia mas sostenible a largo plazo. En otras palabras, si dejamos que la parte animal de nosotros mismos nos gobierne la vida, estamos jodidos.
¿Cómo podemos manejar el ruido mental?
Revisar de donde viene el ruido:
Entender la parte fisiológica de nuestro pensamiento:
Todos sabemos que nuestros pensamientos generan emociones. Quizás menos conocido es que nuestras emociones generan reacciones químicas en nuestro cuerpo. Dependiendo de la emoción que estemos sintiendo serán activadas unas u otras glándulas y produciremos hormonas relativas a nuestro estado emocional.
Las emociones negativas, como el estrés, general cortisol, por ejemplo, mientras que las emociones y pensamientos elevados, como el amor, generan oxitocina.
Y más impactante aún es que, así como podemos hacernos adictos a drogas externas, los químicos producidos por la farmacia interna también nos causan fuertes adicciones. Por esto, de manera inconsciente, nos seguimos generando situaciones que ni siquiera nos gusta, a través de lo que sentimos y pensamos. Guacala.
Convierte en observador:
Cuando ya no eres: el que piensa y siente, sino el que observa lo que piensa y siente se puede decir que has avanzado en tu nivel de consciencia. Es lo que nos dice el maestro Eckhart Tolle y nos recuerda el articulo: CALLANDO EL RUIDO MENTAL
No podemos creer todo lo que nos dice nuestra mental, de todos modos. Una maestra que tuve hace años solía llamar a la mente: La loca de la casa. Y nos recomendaba tratarla como tal. Si se pone necia a pensar y decir todo lo que se le ocurre, pues bueno esta dejarla hablando sola
O mejor aún, darle algo que hacer
Mente de simio:
¿Qué puede ser mejor para tranquilizar a un mono que darle algo que hacer?
De ahí viene el exito de la practica de los mantras que tanta paz y silencio interior han generado. Es como darle una banana a un mono. Se entretendrá y te dejara en paz por un buen rato.